Que deleitable a mis ojos
como te rindes a mis pies,
la manera sensual, provocativa y sumisa
de ponerte de rodillas
con agilidad felina
ante mi presencia.
Tu mirada baja,
tus manos abiertas con las palmas hacia arriba
reposada sobre tus desnudos muslos
con la delicadeza de una niña
y la malicia de una sucubo.
Tu piel grifa,
Tu cuerpo estremeciéndose por mi roce,
mi presencia haciendo influencia en tu vientre
y mi deseo posee tu mente.
Delicia que tu deseo sea el mío,
deleitable vicio la ansiedad de tu
…