El otoño había llegado de golpe. En apenas un día el tiempo había cambiado del fin de verano al otoño más avanzado, sin ningún tipo de tregua. Salí a disfrutar de la ciudad con un largo paseo solitario.
Y vaya si lo fue.
Me proponía a pasear por el barrio de Sant Antoni, quizás hacer una parada en el mercado de los Domingos, y rebuscar algún libro interesante. Pero cambie de opinión y cogí la calle Consejo de ciento dirección a Paseo de Gracia, andando con la calma que te da un Domingo sin rumbo. Casi nadie
…