Es en los siniestros pensamientos
De lujuria desenfrenada,
Donde la libertad se obtiene
Y la esclavitud se erradica
De la faz de la mente.
La perversión del dolor,
Lo injusto de la humillación,
Lo denigrante de la esclavitud,
Donde la vida le pertenece a otro,
Donde sus decisiones cuentan
y no las tuyas,
sino las de un segundo.
La necesidad de libertad
Nos lleva al borde de lo permitido,
Socialmente hablando,
Razonando los límites de la clandestinidad.
Que placer más grande
Sentimos los amos
Cuando nu
…