Atrapada en sentimientos que queman mi alma, me pierdo en el calor de los recuerdos de Su cuerpo en el mío. Encadenada por el anhelo, deambulo en recuerdos que torturan mi carne, con el deseo de ser poseída nuevamente por la furia de Su lujuria.
Siempre quise un amigo, compañero que me protegiera, me respetara, que quisiera dar y recibir cariño. De hecho, espere a alguien especial, una vuelta en la que pueda compartir mis sonrisas, mis lágrimas, mis placeres. Después de tanta espera, tantos tropiezos, decep
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